El teléfono móvil está funcionando en los países con atraso tecnológico como un verdadero motor del cambio económico

Las primeras veinte páginas del libro «Teléfonos Móviles. La nueva ventana para la comunicación integral», del profesor Francisco Vacas Aguilar, demuelen ilusiones. ¿Cuál es el país mejor preparado para acceder a la sociedad de la información? Singapur. ¿Cuál es el país donde los individuos están mejor preparados para acceder a esa sociedad? Noruega. ¿Cuál es el país donde la industria está mejor preparada? Finlandia. ¿Cuál es el país donde el gobierno está mejor preparado? Singapur, de nuevo.

Bits

España, el país natal de Vacas Aguilar, catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, ocupa el 29º lugar del ranking general. Argentina, su país de adopción -y donde es profesor de la Universidad Austral-, no aparece en ningún ranking. El tema no es menor. En 2000 la Unión Europea definió que su objetivo era ser para 2010, «la economía más dinámica, basada en el conocimiento, capaz de un crecimiento sostenido, (…) con más y mejor empleo». En el centro de gravedad de esa declaración está la sociedad de la información, como «un medio para lograr una mayor competitividad del mercado europeo».

MOTOR DE CAMBIO. Dentro de los motores privilegiados de esa sociedad está el teléfono celular. «El móvil está funcionando en sociedades donde la brecha tecnológica es muy amplia. Y no está ahí sólo para que la gente hable, sino funcionando como motor de un cambio económico», explica.

Para América Latina, el celular tiene también un rol privilegiado en el desarrollo social y económico. «Hay un dato fundamental: las telecomunicaciones han sufrido un cambio gigante, con la salida de los monopolios estatales y la aparición de múltiples actores privados. Con el móvil ha cambiado el peso específico, del Estado al individuo. Y este, con una pequeña inversión, ha visto solucionadas muchas de sus necesidades, más nuevas posibilidades hasta ahora impensadas».

¿Es entonces el celular la metáfora económica del nuevo siglo? «La empresa privada es el motor de cambio. La incorporación de las nuevas tecnologías no se entiende sin mercados abiertos. Y esta tecnología en particular es la que más está haciendo por liberar los mercados y la economía». ¿Por qué; cómo? Favoreciendo el intercambio entre las personas, por un lado; y llenando un hueco en la infraestructura económica, por el otro.

Economía late a través de bits

PELIGRO: CONTROL. «El gran monstruo de esta nueva economía es el control. El móvil es sinónimo de vertebración social; y de una sociedad y economía abiertas, en movimiento, libres. El control, sea por el Estado o por otros actores de esas actividades, es el principal obstáculo para un evento inédito en la historia del mundo, sin centro ni periferia». En esta movilidad conectiva, los individuos deambulan libremente por un territorio, pero permanecen unidos, conectados e interactivos entre sí a través del móvil.

¿Qué significa este nuevo esquema social y económico para las marcas? «Es un momento histórico y económico como nunca antes otro. Hoy podemos decir: `El mercado está ahí, y se puede buscar fácilmente`. Esta es una sociedad en la que el latir se hace a través de bits y, si las marcas pueden entender eso, están entendiendo lo que está pasando en su mundo. Una de cada dos personas del planeta se está conectando con un teléfono celular. Y quiere usarlo para comunicarse y para comerciar. Las industrias del entretenimiento y del retail, por ejemplo, son las primeras beneficiadas».

Comerciar y comunicarse. ¿Le suenan conocidas al marketing esas palabras? ¿Activan alguna respuesta? Está por verse.

Vía: El Pais Digital