El mundo de la tecnología no está exento de complicaciones y luchas políticas, y en Estados Unidos el presidente Donald Trump está enfocado en hacerle el trabajo difícil a la gente de Kaspersky Lab. A partir de una nueva ley, utilizar cualquier software de la empresa de seguridad informática en oficinas de gobierno estará penado. Se trata de la Ley de Autorización de Defensa Nacional 2018, un proyecto amplio con modificaciones para la seguridad nacional que refuerza los conflictos del país con la empresa con sede principal en Moscú.
Ante los rumores de que la empresa podía estar influenciada y presionada por el gobierno ruso, Trump ha decidido prohibir a cualquier empleado gubernamental el uso del software de Kaspersky. La respuesta de la empresa no tardó en llegar: desmienten cualquier tipo de presión o lazo con el gobierno ruso. La seguridad cibernética es un tema muy candente en Washington, motivo por el cual la decisión de Trump no sorprende. Sin embargo, la empresa Kaspersky Lab utilizará todos los caminos legales posibles para intentar revertir una situación que considera injusta y desmedida.
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Kaspersky contra los estados unidos
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos emitió en el mes de septiembre. Una directiva para que todos los departamentos y agencias federales eliminaran los productos de Kaspersky de los ordenadores. Ahora la medida se vuelve aún más dura a partir de este martes y apunta a quitar cualquier software de la empresa con base en Moscú bajo pena de apercibimiento. El conflicto surge a partir de las diferencias en las leyes de seguridad informática entre Rusia y Estados Unidos. En el país europeo la inteligencia rusa y otras agencias del gobierno pueden solicitarle a una empresa el registro de sus archivos. Por ese motivo, si las agencias federales y otras dependencias del gobierno estadounidense utilizan programas de Kaspersky, sostienen en Estados Unidos, podrían acceder a información sensible.
Estamos ante una medida que nos retrotrae a los tiempos de la Guerra Fría. Donde espías, contrainteligencia y otras medidas que parecen propias de una película eran moneda corriente. Ahora resta ver cómo reaccionan en Rusia y si Kaspersky Lab toma alguna medida mayor para intentar sortear este obstáculo en Estados Unidos.